Las dos colas de un cometa

Históricamente, los cometas han sido considerados como portadores de malas noticias. Una curiosidad que presentan es su doble cola.


Los cometas tienen dos elementos característicos que conforman su particular imagen: la coma y la cola. La coma es la nube difusa alrededor del núcleo. Debido a la composición de los cometas (generalmente bolas formadas por no más que hielo, gases congelados, polvo y algunos fragmentos rocosos: nieve sucia), al acercarse al sol algunos de sus componentes se subliman formando esta ‘nube’.

Por otro lado están las colas. Un cometa posee dos colas: una  es de color azulado y totalmente paralela a la dirección de la radiación solar, mientras que la otra es de color blanco-amarillento y forma una trayectoria oblicua

Las colas siempre van en sentido de alejamiento del sol. Cuando el cometa se acerca, las colas van detrás del cometa.Cuando se alejan, las colas van delante del cometa. El causante de este efecto es el viento solar.

El viento solar es un fenómeno caracterizado por la emisión de gas compuesto por una serie de partículas dotadas de carga eléctrica, principalmente de los núcleos de átomos de hidrogeno con una alta carga energética que puede alcanzar los 100 keV, aunque también incluyen núcleos de átomos de helio así como electrones. Estos iones se originan en la corona solar, superficie que puede alcanzar unos dos millones de grados centígrados, en puntos donde el campo magnético es débil. (de ahí el brillo azulado). Estas partículas se alinean según las líneas del campo magnético solar, que tiene sobre ellas un efecto más intenso que la propia atracción gravitatoria. Las partículas que integran el viento solar son capaces de viajar a través del espacio a velocidades que oscilan los 450 kilómetros por segundo, con lo que pueden llegar a la tierra en un lapso de 3 a 5 días. Este viento se trasmite en el espacio como una onda expansiva que puede alcanzar la superficie de los distintos planetas y propagarse más allá de los límites de nuestro sistema solar, llevando consigo el campo magnético solar así como una importante cantidad de materia de su superficie. 

La primera cola está formada por moléculas gaseosas de la coma, barridas con fuerza e ionizadas por el viento solar. Se trata, entonces, de una cola de gas.

Imagen del cometa Neowise en la que se ven las dos colas. Imagen de Alfonso Espinosa y Julián García

Generalmente, esta es la cola de tono azulado.

Pero existe una segunda cola, formada por partículas sólidas de polvo. Estos pequeños fragmentos también son barridos por el viento solar, mas intenso cuanto mas cerca del sol). Quedan desprendidos y van formando una trayectoria oblicua, debido a la propia inercia que poseían. Se trata, entonces, de una cola de polvo.


La luz que ‘emite’ la segunda cola no es más que el reflejo de la luz solar en cada uno de sus fragmentos, por ese motivo, su color es blanco-amarillento y no azulado. 

Los cometas provienen principalmente de dos lugares, la nube de Oort, situada entre 50 000 y 100 000 UA del Sol (cometas de período largo), y el cinturón de Kuiper, localizado más allá de la órbita de Neptuno (período corto).


Se cree que los cometas de largo periodo tienen su origen en la nube de Oort, que lleva el nombre del astrónomo Jan Hendrik Oort. Esta nube consiste de restos de la condensación de la nébula solar. Esto significa que muchos de los cometas que se acercan al Sol siguen órbitas elípticas tan alargadas que solo regresan al cabo de miles de años. Cuando alguna estrella pasa muy cerca del sistema solar, las órbitas de los cometas de la nube de Oort se ven perturbadas: algunos salen despedidos fuera del sistema solar, pero otros acortan sus órbitas. Para explicar el origen de los cometas de corto periodo, como el Halley, Gerard Kuiper propuso la existencia de un cinturón de cometas situados más allá de Neptuno, el cinturón de Kuiper.

Las órbitas de los cometas están cambiando constantemente: sus orígenes están en el sistema solar exterior y tienen la propensión a ser altamente afectados (o perturbados) por acercamientos relativos a los planetas mayores. Algunos son movidos a órbitas muy cercanas al Sol y se destruyen cuando se aproximan, mientras que otros son enviados fuera del sistema solar para siempre. 


Ismael Camarero.


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