Extraño accidente
Este es el relato que un obrero de la
construcción realizó para su mutua tras un accidente laboral:
Excelentisimos señores:
Soy especialista en poner ladrillos. El pasado
día 8 de junio estaba trabajando sólo en el tejado de un edifico de
6 pisos. Cuando acabe mi trabajo verifiqué que me habian sobrado,
más o menos 250 kilos de ladrillos. En vez de llevarlos a mano para
abajo, decidí colocarlos dentro de un bidón y con la ayuda de una
polea que, felizmente estaba fijada en uno de los lados del edificio,
hacerlos descender.
Descendí y até el bidón con una
cuerda y me fuí hacia el tejado. Subi el bidón y coloqué los
ladrillos dentro. Volví para abajo, desaté la cuerda, y la aseguré
con fuerza, de modo que los 250 kilos de ladrillos descendieran
despacio. Como yo sólo peso 80 kilos, cual fue mi sorpresa cuando
repentinamente me elevé del suelo, perdí mi presencia de ánimo, y
me olvidé de soltar la cuerda. No es necesario decir que fuí
elevado del suelo a gran velocidad. En las proximidades del tercer
piso, choqué contra el bidón que descendía, lo que explica la
fractura de cráneo y la clavícula partida.
Continué subiendo a una velocidad
ligeramente menor, no parando hasta que mis dedos quedaron
enganchados en la polea. Felizmente ya habia recuperado mi presencia
de ánimo y conseguí, a pesar de los dolores, seguir agarrado a la
cuerda. Más o menos al mismo tiempo, el bidón con los ladrillos
cayó al suelo y el fondo se partió. Sin los ladrillos el bidón
pesaría unos 25 kilos. Como pueden imaginar, comencé a descender
rápidamente. Cerca del tercer piso me encontré con el bidón que
subía, lo que explica la fractura de los tobillos y las magulladuras
en las piernas y la parte inferior del cuerpo. Al encontrarme con el
bidón disminuyó la velocidad de descenso lo suficiente como para
minimizar mis sufrimientos cuando caí encima de los ladrillos.
Felizmente sólo me fracturé tres vértebras.
Lamento sin embargo informar que cuando
me encontraba caído encima de los ladrillos, con dolores e incapaz
de levantarme, vi como se venia encima el bidón, perdí nuevamente
la presencia de ánimo y solté la cuerda. El bidón pesaba más que
la cuerda, por lo que cayó sobre mis piernas partiéndomelas en el
acto.
Espero haber dado información
detallada de la forma en que sucedió el accidente.
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