Limnología
La limnología es la rama de la ecología que estudia los ecosistemas acuáticos continentales (lagos, lagunas, ríos, charcas, marismas y estuarios),
las interacciones entre los organismos acuáticos y su ambiente, que
determinan su distribución y abundancia en dichos ecosistemas.
La limnología no fue considerada como ciencia hasta la publicación de El origen de las especies, de Charles Darwin, a mediados del siglo XIX.
El principio energético del funcionamiento de los ecosistemas
responde a las leyes de la Termodinámica.
Todo lo que ocurre dentro del ambiente acuático responde a
estas leyes que se cumplen inaplazable e invariablemente. El hecho de que los
niveles de calor determinen las estaciones y las zonas geográficas, y estas a su
vez alteren el nivel de presión atmosférica que, con sus desplazamientos nubosos
y tipo de precipitaciones, incide directamente en los ambientes acuáticos
fluyentes y estancados.
Ríos y embalses lacustres contienen masas de agua fluyente que,
de acuerdo a caudal y pendiente, tienen mayor o menor cantidad de energía que
transferir conforme a factores climáticos estacionales. Y uno de los grandes
temas físicos de las aguas corrientes concernido con la actividad humana dentro
de las cuencas hidrolacustres, se trata del ingenio aplicado sea al
aprovechamiento como a la disipación de esa energía excedente durante
crecidas.
la forma de los cauces que las portan, su permeabilidad, los materiales y su granulometría, los factores climáticos, las velocidades de acumulación , el volumen fluyente y sus tazas de recurrencia correspondientes (de estiaje y crecida).
Estos fenómenos son estudiados por la Ingeniería Hidráulica y
la Hidrología, a partir de las cuales se llega e entender su funcionamiento, a
punto tal de poder proyectar modelos a escala para su aprovechamiento y control
racional.
Desde la construcción de enormes represas y canales, hasta el
manejo y conducción mínimas de un riego por goteo; desde la comprensión de su
dinámica hasta la capacidad de sistematización de riberas, la Hidráulica y la
Hidrología son las ciencias aplicadas al uso del agua, estudiando la física de
los fenómenos que ella produce en su fluir.
Sin embargo, no todo termina en el ámbito de la física para el
tema de las aguas, ya que en sus modalidades, tanto salada como dulce, el agua
es el medio de existencia de millones de especies animadas, todas
imprescindibles para el equilibrio metabólico del planeta, muchas de las cuales
nos sirven de alimento, o son la base del alimento que ingieren las especies que
comemos.
Del mismo modo, en el ámbito químico y biológico, todos los
organismos para vivir, cumplen con trabajo cuando dan con vertientes energéticas
que puedan ser utilizadas. Estas vertientes están constituídas por la energía
química.
Las diversas asociaciones atómicas que constituyen la materia,
es retroalimentada por los mismos átomos, entrando en combinaciones y
asociaciones nuevas que pueden liberar energía.
En la dinámica de la existencia, los mismos átomos sólos
atraviezan trasmutaciones nucleares como la del Hidrógeno en Helio, liberando la
energía que viene transmitida a la tierra en forma de ondas electromagnéticas de
longitudes variables entre el infrarrojo y el ultravioleta; y de ello depende la
vida sobre la tierra.
El proceso clave por medio del cual se logra la producción de
material orgánico es representado por una reacción química que ocurre en las
plantas verdes: la fotosíntesis.
El anhidrido carbónico, el agua y la energía luminosa, en
presencia de la clorofila asociada a un complejo sistema enzimático, se
transforman en glucosa que conforma los cuerpos y oxígeno que liberan al
ambiente.
La energía ingresa al ecosistema con la conversión de la
energía lumínica en energía química, o para usar un término más afín, en
"energía alimentaria", la que es retransferida de especie a especie a través de
la "red de cadenas alimentarias".
La eficiencia de esta conversión para un área cubierta por
plantas en estado vegetativo pleno es del orden del 1%, teniendo en cuenta que
la energía luminosa visible utilizada por el pigmento clorofiliano se encuentra
en el rango de entre los 400 y 700 nanómetros. Se ha calculado a escala mundial
que la pequeña fracción utilizada de energía lumínica produce entre 150 y 200
millones de toneladas en peso seco de material orgánico.
Para mantener la existencia, las plantas que producen materia
orgánica generan sus cuerpos consumiendo energía y, al igual que animales y
humanos, respiran. La respiración, desde el punto de vista estrictamente
biológico, es la reacción química inversa a la fotosíntesis. De hecho, la
glucosa ingresada en los alimentos reacciona con el oxígeno liberando anhídrido
carbónico y calor. Mucha de la energía acumulada y fijada con la fotosíntesis,
es inmediatamente consumida por la planta con la respiración. La parte remanente
es utilizada para el crecimiento y la reproducción, quedando un cierto resto de
energía potencial alimentaria a disposición de los organismos consumidores.
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