Sanfermines
Las fiestas de San Fermín o sanfermines son una fiesta en honor a San Fermín que se celebra anualmente en Pamplona, capital de la Comunidad Foral de Navarra, al norte de España.
Según la leyenda, nació en Pompaelo (la actual Pamplona), hijo de un senador pagano de nombre Firmo, un alto funcionario de la administración romana que gobernó Pamplona en el siglo III. La predicación de san Honesto, quien había marchado a la península tras ser milagrosamente liberado de su prisión en Carcasona, conmovió a sus padres, quienes sin embargo no se convirtieron hasta oír a san Saturnino de Tolosa. El santo habría bautizado a Fermín y a sus padres en el lugar que hoy se llama popularmente pocico de San Cernin.
Bajo la tutela de Honesto el joven Fermín aprendió la religión y el arte de la prédica. A los 18 años fue enviado a Tolosa, donde sería ordenado. Tras predicar en Navarra, marchó a Francia, donde se asentó en Amiens. Habiendo organizado la construcción de la iglesia local, fue nombrado obispo a los 24 años. La oposición oficial a la doctrina cristiana le granjeó la cárcel, donde, tras negarse a cesar su prédica, fue decapitado.
En 1186 el obispo Pedro de París llevó de Amiens a Pamplona una reliquia de la cabeza de Fermín.
Actualmente su santoral se celebra el 7 de julio. En Pamplona se conmemora con unas fiestas de fama internacional, los Sanfermines, en las que destacan los encierros de toros.
Los festejos de San Fermín en Pamplona, comienzan con el lanzamiento del chupinazo (cohete) desde el balcón del Ayuntamiento de Pamplona a las 12 del mediodía del 6 de julio y terminan a las 24h del 14 de julio con el "Pobre de mí", una canción de despedida.
Una de las actividades más famosas de los sanfermines es el encierro, que consiste en una carrera de 849 metros delante de los toros y que culmina en la plaza de toros. Los encierros tienen lugar todos los días entre el 7 y el 14 de julio y comienzan a las ocho de la mañana, con una duración promedio de entre dos y tres minutos.
Los sanfermines tienen un origen que se remonta varios siglos, aunque su fama mundial es un fenómeno reciente, vinculado también a la difusión que les dio Ernest Hemingway; se trata de unas fiestas singulares y, sin duda, el acontecimiento por el que más se conoce a Pamplona en el mundo. Su fisonomía actual, cosmopolita y multitudinaria, es el resultado de una lenta evolución histórica cuyos orígenes se remontan a la Edad Media.
Tres celebraciones independientes están en su origen: los actos religiosos en honor a san Fermín, desde antes del siglo XII, las ferias comerciales y las corridas de toros, documentadas ambas desde el siglo XIV. Los pamploneses celebraban a san Fermín el 24 de septiembre. Cansados de las inclemencias climatológicas del otoño, los pamploneses deciden en 1591 trasladar la fiesta del co-patrono de Navarra, San Fermín, al 7 de julio. La coincidencia por azar en las mismas fechas de solemnidad religiosa, bullicio ferial y toros dan el carácter a los sanfermines que hoy conocemos. El patrón de la ciudad, San Saturnino, se mantiene con una celebración mucho más modesta en el 29 de noviembre. Para muchos de los visitantes, este hecho causa la confusión de pensar que es san Fermín el patrono de la ciudad.
El escritor estadounidense Ernest Hemingway fue uno de los que contribuyeron a propagarlos mediante su libro Fiesta. Están considerados como una de las mejores celebraciones del mundo, junto a los Carnavales de Río de Janeiro, de Venecia y de Colonia, y la Feria de la Cerveza de Múnich. La población de Pamplona durante esta semana de fiestas pasa de 190.000 habitantes a más cerca de tres millones.
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