HIPO?... ¿Qué es el hipo?...

Seguramente padeces de sungultus o espasmo del diafragma, mejor conocido como hipo. El hipo es parte de la vida de todo ser humano, desde la existencia intrauterina hasta la vejez; pero es un fenómeno misterioso para la ciencia médica, pues no se sabe con precisión qué lo provoca ni a qué propósito fisiológico sirve.

...Hip…hip… ¿de dónde viene ese extraño sonido? Parte de la culpa la tiene tu diafragma. Este es un músculo en forma de domo que se ubica en la parte baja de tu pecho, donde todos los hipos comienzan. El diafragma casi siempre trabaja muy bien. Se baja cuando inhalas para ayudar a introducir aire a los pulmones y se eleva cuando exhalas para sacar el aire de los pulmones. Pero a veces el diafragma se irrita y empuja el aire de forma irregular hasta tus cuerdas vocales y entonces se desencadena un hipo.

En términos científicos puede decirse que el hipo es una alteración producida por una contracción involuntaria, más o menos rítmica, del diafragma, que es el músculo que separa los pulmones del abdomen. Esto ocurre cuando los nervios que controlan los movimientos del diafragma experimentan algún grado de descontrol. Cuando se produce esta excitación, el músculo diafragmático sufre un espasmo involuntario que fuerza a la persona a succionar aire. A ello se añade que la glotis (la abertura que existe entre las cuerdas vocales) se cierra rápidamente, lo que impide el paso del aire provocando el sonido. Después de un momento, el diafragma se contrae nuevamente y el proceso vuelve a empezar.

Muchas cosas ocurren en rápida sucesión cuando una persona experimenta hipo. Primero, el techo de la boca se levanta, así como la parte de atrás de la lengua. El diafragma y todos los músculos que se usan para inhalar sufren una fuerte y repentina contracción. Justo después de ésta, las cuerdas vocales se cierran violentamente, provocando el característico sonido hip. El corazón se alenta un poco. Los científicos han descubierto que en el cerebro existe un circuito neurológico que provoca un hipo similar a aquellos que generan acciones como respirar, toser o caminar. Según la teoría evolucionista, el circuito del hipo no se conservaría si no sirviera a un propósito.

Entre las teorías que intentan explicar para qué sirve el hipo, se ha dicho que el hipo intrauterino ayuda al feto a fortalecer el diafragma y a madurar su sistema respiratorio; que en los niños pequeños ayuda a que la leche no se pase a los pulmones y en los adultos sirve para sacar el gas de un estómago demasiado lleno. Sin embargo, nadie ha dicho la última palabra acerca de la finalidad fisiológica del hipo. Una larga lista de desórdenes médicos parece estar asociada con este trastorno: la más común es la distensión del estómago, con el consiguiente reflujo del ácido gástrico al esófago. También se le echa la culpa a una variedad de perturbaciones neuronales y metabólicas.

El hipo crónico es raro pero existe, en estos casos se le llama hipo intratable y puede durar meses o hasta años y generalmente se relaciona con otros padecimientos médicos. Los historiales médicos registran el caso de un granjero norteamericano que padeció hipo durante 65 años.

La causa precisa del hipo es un misterio para la ciencia médica, a pesar de que hace cientos de años que se le estudia. Hipócrates (460-377 a. C.) y Celsio (1670-1756) asociaban el hipo con la inflamación del hígado. Galeno (130-200) creía que el hipo se causaba por emociones violentas que afectaban el estómago. También se pensó que se relacionaba con el crecimiento de los niños, pues los movimientos que experimentaba el cuerpo durante los espasmos colaboraban al desarrollo de los huesos. En la Edad Media se creía que una persona que sufría de un ataque de hipo manifestaba a través de esta alteración la presencia de espíritus demoníacos en su organismo.

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¿Cómo pararlo?

Olvídate de beber agua cabeza abajo, de aguantar la respiración dos minutos, de que te asusten, de la meditación y de todos los demás remedios. Aquí tienes una solución para el hipo, y solo tardarás unos segundos en ponerlo en práctica.

Consiste en realizar estiramientos, como indica la foto: Se colocan las manos en la parte superior del marco de la puerta (o un lugar al que llegues, jeje), sin colgarse, y te inclinas hacia delante, y el hipo se detiene en cuestión de segundos. Debes sentir cómo se arquea la espalda y se estira el abdomen. Continuar presionando las manos hacia arriba y deja que el peso de tu cuerpo sobrepase el marco de la puerta. Mantén esta posición de estiramiento durante 30 ó 60 segundos mientras retienes una buena cantidad de aire en los pulmones. Yo hago una larga inspiración, y luego realizo el ejercicio de estiramiento mientras retengo el aire.

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¡Que se cure!

Ismael