Navidad
Navidad, navidades… Primeras horas del 25 de Diciembre de 2006. En casa hace calor. Salgo a la galería de mi habitación. En la calle, frío, mucho frío, pero el contraste de temperaturas es agradable. El ruido de la cena, desaparece. En la calle sólo algunas explosiones de petardos; ni coches ni personas. Hay niebla, mucha niebla. Permanezco sólo un rato; parece que el entorno se hace más silencioso y va desapareciendo. Sólo permanece en mí el pensamiento del sentido de la Navidad. O mejor dicho de aquel sentido que de niño vívía y que ahora no consigo revivir aún conociendo su existencia. La edad ¿elimina sentimientos? Quizás sólo impida comunicarlos. Quizás vea mi Navidad como incompleta. Incompleta ¿de qué? Vivo una Navidad llena de todo. Vivimos una Navidad llena de todo, aunque algo falta siempre. Quizás seamos demasiado egoístas o egocentristas y no veamos más allá de lo que no sea estrictamente nuestro. ¡Hay tantas Navidades! LA NAV...