Efecto Droste
Imagina una persona que tiene en la mano una foto en la que aparece esa misma persona con una foto en la que aparece esa misma persona con una foto en la que... y así hasta el infinito. Se trata de un efecto recursivo. Un efecto es recursivo cuando, una vez finalizado, se repite un numero muy alto de veces.
En este efecto recursivo, la imagen es reproducida íntegramente en su interior. Se crea un bucle visual infinito.
Los hay de dos tipos: los conexos, donde una guia visual otorga continuidad a la imagen y los inconexos, donde simplemente la imagen se repite, sin ningun tipo de conexion entre la imagen principal y su repeticion.
El origen del nombre de este efecto está en el embalaje usado por Droste, una de las principales marcas alimenticias holandesas, que comenzó a emplear una imagen recursiva impresa sobre sus envases de cacao en polvo. Esta imagen, con algunas variaciones a lo largo de los años, muestra a una niñera o nana que lleva una bandeja con una taza de chocolate caliente junto a un envase de cacao Droste. El efecto recursivo mostrado en la imagen, mantenido durante décadas, llegó a ser una noción popular, y se dice que al final de la década de 1970 fue ampliamente difundido por el poeta y columnista Nico Scheepmaker.
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