El spray del Mundial de fútbol
Si estás siguiendo el Mundial de Fútbol de Brasil,
habrás visto ya varias veces la misma escena: se produce una falta, el
árbitro forma la barrera y desenfunda un aerosol. Con él dibuja una
línea blanca en el césped para mantener a raya (literalmente) a los
futbolistas. Es la primera vez que algo así se utiliza en un Mundial,
pero lo curioso de verdad es la historia detrás de la idea.
El aerosol se llama 9.15 Fair Play
(por la distancia reglamentaria de 9,15 metros que tiene que haber de
la barrera al balón) y es la invención de un periodista deportivo
argentino, Pablo Silva, y su socio químico. El invento, como muchas
veces suele ocurrir, nació de una frustración.
Allá
por el 2001, Silva jugó un partido de fútbol con sus antiguos
compañeros de colegio. Se pitó una falta cerca del área, la oportunidad
del empate del equipo de Silva. Él decidió tirarla pero ocurrió lo de
siempre: la barrera se adelantó. "El árbitro no lo hizo repetir y se
armó el despelote. Cuando volví a mi casa me fui maquinando, muy
enojado, con idear algo para evitar esas situaciones".
Así
empezó todo. Silva se asoció primero a un familiar químico para dar con
un producto, pero no funcionó. Necesitaban algo complejo: una sustancia
que no dañara el césped, ni las botas de los futbolistas, ni sus
piernas, ni el medioambiente... y que se pudiera utilizar sobre césped
real o sintético, pero también sobre otras superficies como la tierra.
Se desconoce exactamente la composición, pero se trata de una solución
con base acuosa, con textura de espuma que, una vez aplicado sobre el
césped, desaparece en un minuto tras el contacto con el aire. Funciona
también sobre césped artificial. Al aplicarlo en campos de tierra, la
espuma se convierte en una especia de línea de agua húmeda para marcar
las distancias.
Comentarios