¿Qué es el efecto mariposa?
El aleteo de una mariposa en Pekín puede modificar los sistemas climáticos de Nueva York en los próximos meses.
Hacia 1960, el meteorólogo Edward Lorenz se dedicaba a estudiar el
comportamiento de la atmósfera, tratando de encontrar un modelo
matemático, que permitiera hacer predicciones climatológicas. Realizó
distintas aproximaciones hasta que consiguió ajustar el modelo a la
influencia de tres variables que expresan como cambian a lo largo del
tiempo la velocidad y la temperatura del aire. Este modelo se concretó
en tres ecuaciones matemáticas, bastante simples, conocidas, hoy en día,
como modelo de Lorenz.
Pero, Lorenz recibió una gran sorpresa
cuando observó que pequeñas diferencias en los datos de partida (algo
aparentemente tan simple como utilizar 3 ó 6 decimales) llevaban a
grandes diferencias en las predicciones del modelo. De tal forma que
cualquier pequeña perturbación, o error, en las condiciones iniciales
del sistema puede tener una gran influencia sobre el resultado final. De
tal forma que se hacía muy difícil hacer predicciones climatológicas a
largo plazo. Intentó explicar esta idea mediante un ejemplo hipotético.
Sugirió que imaginásemos a un meteorólogo que hubiera conseguido hacer
una predicción muy exacta del comportamiento de la atmósfera, mediante
cálculos muy precisos y a partir de datos muy exactos. Podría
encontrarse una predicción totalmente errónea por no haber tenido en
cuenta el aleteo de una mariposa en el otro lado del planeta. Ese simple
aleteo podría introducir perturbaciones en el sistema que llevaran a la
predicción de una tormenta. De aquí surgió el nombre de efecto mariposa
que, desde entonces, ha dado lugar a muchas variantes y recreaciones.
Se
denomina, por tanto, efecto mariposa a la amplificación de errores que
pueden aparecer en el comportamiento de un sistema complejo (otra
consecuencia práctica la podemos encontrar en la bolsa de valores, las
quinielas, etc). En definitiva, el efecto mariposa es una de las
características del comportamiento de un sistema caótico, en el que las
variables cambian de forma compleja y errática, haciendo imposible hacer
predicciones más allá de un determinado punto, que recibe el nombre de
horizonte de predicciones.
Los modelos finitos que tratan
de simular estos sistemas necesariamente descartan información acerca
del sistema y los eventos asociados a él. Estos errores son magnificados
en cada unidad de tiempo simulada hasta que el error resultante llega a
exceder el ciento por ciento.
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