Canicas en el fondo del mar...
Este post no va de juegos infantiles...
La expedición del buque Challenger
(1872-1876) fue la fundación de la oceanografía moderna. Y uno de sus
sorprendentes descubrimientos fue que amplias extensiones de fondo
marino están recubiertas de "canicas". Misteriosas bolitas, muy ricas en
manganeso y otros metales, que denominaron nódulos.
Se trata
de pequeñas esferas entre 2 y 10 centímetros de diámetro formadas por
manganeso y otros metales como níquel, hierro o cobre. Su formación es
muy lenta. Se añaden entre 4 y 9 milímetros de espesor cada millón de años
así que representan otro recurso no renovable en el caso de que
decidamos extraerlos. En el lado positivo están ampliamente distribuidas
por el fondo oceánico, aunque son especialmente abundantes en las
amplias llanuras oceánicas, a una profundidad de unos 4.000 metros. En
las zonas mas prometedoras se calculaban depósitos de centenares de millones de toneladas de los metales que mencionábamos.
Nódulo de manganeso. Fuente: Wikipedia
Todo lo anterior convierte su explotación en complicado reto tecnológico así que, de momento, no se ha pasado de pruebas a pequeña escala. Junto al problema técnico, está el problema político de saber a quien pertenecen. La mayor parte de los yacimientos en encuentran en aguas internacionales. Y se corre el riesgo de que, al no ser nadie, todos comiencen a explotarlos sin control. La única herramienta para evitarlo es la Convención Internacional sobre el derecho del mar. Hay 157 países signatarios pero falta uno muy importante, Estados Unidos. Este tratado define los fondos oceánicos como una propiedad " de toda la humanidad" y crea la Autoridad Internacional de los Fondos Marinos para intentar protegerlos. Por una vez, se han creado las reglas antes de comenzar a explotar un recurso.
Comentarios