Paciencia al teléfono
17:00
...piiiiii, piiiii, piiiiii
Estoy llamando por teléfono a la empresa que me suministra el servicio telefónico, conexión a internet y televisión por cable.
...piiiii, piiiii, piiiii...
Quiero darme de baja del sevicio de TV ya que no lo utilizamos y es caro.
...piiiiii, piiiii, piiiiii...
Descuelgan el teléfono al otro lado. ¡Vaya, qué bien!
Una voz enlatada, grabada me dice:
- No se retire, en breves momentos será atendido por uno de nuestros operadores.
Comienza una música de fondo, lenta, apropiada para calmar al usuario. No me calma.Escucho casi media canción. De nuevo:
- No se retire, en breves momentos será atendido por uno de nuestros operadores.
Bueno... parece que hay mucho trabajo hoy. Me relajo para escuchar el resto de la cancioncilla, pero me la ponen entera de nuevo. Para distraerme, canturreo suavemente...
- En estos momentos todos nuestros operadores telefónicos se encuentran ocupados. Rogamos permanezca a la escucha...
Vale, pero no me cambian la canción. Vuelve a empezar y yo canturreo desde el principio. Ya me resulta muy familiar. Un minuto después, de nuevo la voz grabada:
-Describa brevemente el motivo de su llamada.
Me desarma. No esperaba esto. Empiezo a pensar, cómo decir brevemente qué es lo que deseo y cuando voy a empezar a hablar :
-Describa brevemente el motivo de su llamada.
¡Qué bien, qué rápido va esto ya!. Empiezo a decirlo con mis mejores tonos y modales. Orgulloso de mi vocalización, escucho:
- Me temo que no he comprendido el motivo de su llamada. Repítalo, por favor...
Se lo repito casi deletreando. Antes de terminar, me dice:
- Si llama por avería, pulse 1. Para cualquier otro asunto pulse 2.
Muy obediente, pulso 2. Nueva voz:
- Bienvenido al sevicio de XXX (¿o no?). En breves momentos atenderemos su llamada. Le rogamos permanezca a la escucha.
Cancioncilla...
- Por favor diga su número del documento nacional de identidad, lentamente y con voz clara.
Jeje, ¡pues no soy yo nadie diciendo numeros!
- 12 222 --- --8
Jeje, ¡toma voz y entonación!
- Me temo que no he entendido bien su número. Repita por favor.
Me aclaro la voz.
- 12 222 --- --8
- Ha sido imposible entender su número.
Cancioncilla.
- Introduzca su número de identidad por el teclado.
Jeje, ¡ahora te vas a enterar!.
Tecleo:
- 12 222 --- ---
¡Vaya!, me he equivocado en el último numero.
Cancioncilla.
- Este número no figura como cliente.Tecleelo de nuevo, por favor.
- 12 222 --- --8
¡Ahora sí! ¡Ya¡¡
-Por favor diga claramente el nombre, dos apellidos del abonado y el domicilio de facturación.
Ya voy terminando, jeje:
- Ismael... Calle...
- Repita por favor.
- Ismael... Calle...
Cancioncilla.
En seguida, una voz de hombre joven:
- Buenas tardes. Un momento por favor.
Esto es mas complicado de lo que yo creia... A mitad de la cancioncilla de siempre, vuelve la voz masculina:
- Dígame su número de carnet de identidad, su nombre y apellidos...
¡Dios mío! Tanto esfuerzo para nada... Le digo:
-Oiga escuche, llevo 10 minutos hablando con robots, metiendo mi numero de identidad por el teclado, dando mi dirección. ¡Ya está bien de hacer el tonto! Y me responde:
- Le ruego emplee otro tono. Yo a usted lo estoy tratando bien.
Le digo:
- ¡Pero no seamos infantiles! Entiendo que ustedes empleen la máxima seguridad, pero si he llegado hasta aquí he pasado tantos filtros que no puedo ser otra persona. Además, ¿por qué me lo pregunta si tiene usted en su pantalla todos mis datos?
- Dígame su número de teléfono, por favor.
- ¿Será posible? Ahora me pide el número de teléfono. No me puedo creer que usted no esté jugando.
Se lo doy.
- Perdone, ese número no es de nuestra operadora de telefonía.
- ¡Como que no!
- Me ha dado usted un número de un teléfono móvil.
Jeje, no me extraña, con las prisas... Tenía razón.
Se lo doy bien. Le digo:
- ¿Es ese?. ¿Necesita mi declaración de hacienda o mi código genético?
Por fin!!!!
- No se retire por favor.
Cancioncilla. La echaba de menos. Llevo ya 15 minutos luchando por teléfono y aún no he hecho nada. Otra voz, ahora femenina:
- Bienvenido al servicio de atención al cliente de XXX. ¿Puede decirme su nombre y apellidos por favor?
Dios mío... otra vez empezando.
- Señorita, escuche, llevo 15 minutos repitiendo lo mismo. Esta llamada no es gratuita. Hasta ahora no he conseguido nada y mi tiempo tambien vale dinero. El joven que me atendió antes demuestra no conocer muy bien su trabajo.
- Es una persona que cumple con su trabajo y puede estar usted seguro que lo hace con la máxima eficiencia.
Toma golpe bajo, el inutil soy yo.
- ¿En qué puedo ayudarle?
Sólo falta que se corte la comunición.
-Pues quiero de darme de baja del servicio de TV.
- Un momento, por favor.
Cancioncilla.
- Tiene usted contratado teléfono, internet y TV por cable. ¿De qué servicio me dijo que quería darse de baja?
Dame paciencia, Dios mío.
- Televisión.
- ¿Podría indicarme brevemente el motivo?
Se lo cuento brevemente, esperando de nuevo la musiquilla.
- Quisiera saber el nuevo precio sin TV.
- Un momento, por favor.
Musiquilla. La voz femenina añade:
- ¿Puede decirme el importe o el número de su última factura?
Aquí no me pillas, maja. La tengo delante. Le doy los datos y me contesta:
- Su nueva factura sería de 49 € al mes.
- De acuerdo.
- Pero, permítame Sr. Camarero: En estos momentos tenemos una oferta del paquete “nosequé” que con lo que usted tiene contratado más llamadas gratis a teléfonos fijos se le quedaría en 48.50 €
Bueeeeennnoooo...
- ¡La madre que lo parió! O sea que si yo no llamo no me hacen la oferta. ¿Por qué no lo aplican automáticamente?
- Naturalmente, Sr. Camarero. Es una oferta que se hace así.
-Entiendo que se hiciera así para nuevos clientes, pero no para quienes llevamos siendo clientes casi 15 años.
-¿ Me confirma entonces que desea darse de baja del servicio de TV?
¿Será posible? Cabreado, le digo:
- ¡Pues no!
- Entonces, ¿desea adherirse a la oferta del paquete “nosequé?
- ¡No!
- A ver Sr. Camarero, dígame qué es lo que desea exactamente.
- Darme de baja del servicio de TV.
- Muy bien. Anotamos su baja. Pero debo indicarle que hasta que no recojamos el decodificador de su domicilio, la baja no será efectiva y seguirá facturando dicho servicio.
- Vaya!, ¿me tienen que retirar el trasto? ¡Pero si lo he pagado 20 veces!
- El propietario del decodificador es XXX, usted ha actuado como depositario temporal. El decodificador le era alquilado por XXX.
- Ya veo, ya... 6.49 € al mes.
- El decodificador le será retirado el día 23 por la mañana.
- No, por la mañana no estamos en casa.
- Me temo, Sr Camarero que por la tarde no sea posible... hasta la semana siguiente.
- Deseperado, le digo:
-Pues vengan cuando se les ponga en las narices.
- De acuerdo, pero le recuerdo que mientras no le retiremos el decodificador, usted sigue abonado al servicio de TV.
Por fin conseguimos quedar para otro día.
- Sr Camarero, por favor, tome nota del número de baja, que deberá coincidir con el que le proporciones el agente comercial que retire el decodificador.
- Un momento, no tengo bolígrafo.
Lo anoto. Y le digo:
- Oiga, al operario tendré que repetirle toda la historia de numero de carnet, de teléfono, dirección... Lo digo para que si posible, no estar en casa, ya me entiende. Miro por la seguridad de su agente...
- Generalmente preferimos relacionarnos con el propio cliente, pero si no es posible puede atenderle cualquiera de su familia... Desemos, Sr Camarero que nuestro servicio le haya resultado útil. Buenas tardes...
Total, 20 minutos de nada.
Y hablan del santo Job. A él le faltaba el teléfono.
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Estoy llamando por teléfono a la empresa que me suministra el servicio telefónico, conexión a internet y televisión por cable.
...piiiii, piiiii, piiiii...
Quiero darme de baja del sevicio de TV ya que no lo utilizamos y es caro.
...piiiiii, piiiii, piiiiii...
Descuelgan el teléfono al otro lado. ¡Vaya, qué bien!
Una voz enlatada, grabada me dice:
- No se retire, en breves momentos será atendido por uno de nuestros operadores.
Comienza una música de fondo, lenta, apropiada para calmar al usuario. No me calma.Escucho casi media canción. De nuevo:
- No se retire, en breves momentos será atendido por uno de nuestros operadores.
Bueno... parece que hay mucho trabajo hoy. Me relajo para escuchar el resto de la cancioncilla, pero me la ponen entera de nuevo. Para distraerme, canturreo suavemente...
- En estos momentos todos nuestros operadores telefónicos se encuentran ocupados. Rogamos permanezca a la escucha...
Vale, pero no me cambian la canción. Vuelve a empezar y yo canturreo desde el principio. Ya me resulta muy familiar. Un minuto después, de nuevo la voz grabada:
-Describa brevemente el motivo de su llamada.
Me desarma. No esperaba esto. Empiezo a pensar, cómo decir brevemente qué es lo que deseo y cuando voy a empezar a hablar :
-Describa brevemente el motivo de su llamada.
¡Qué bien, qué rápido va esto ya!. Empiezo a decirlo con mis mejores tonos y modales. Orgulloso de mi vocalización, escucho:
- Me temo que no he comprendido el motivo de su llamada. Repítalo, por favor...
Se lo repito casi deletreando. Antes de terminar, me dice:
- Si llama por avería, pulse 1. Para cualquier otro asunto pulse 2.
Muy obediente, pulso 2. Nueva voz:
- Bienvenido al sevicio de XXX (¿o no?). En breves momentos atenderemos su llamada. Le rogamos permanezca a la escucha.
Cancioncilla...
- Por favor diga su número del documento nacional de identidad, lentamente y con voz clara.
Jeje, ¡pues no soy yo nadie diciendo numeros!
- 12 222 --- --8
Jeje, ¡toma voz y entonación!
- Me temo que no he entendido bien su número. Repita por favor.
Me aclaro la voz.
- 12 222 --- --8
- Ha sido imposible entender su número.
Cancioncilla.
- Introduzca su número de identidad por el teclado.
Jeje, ¡ahora te vas a enterar!.
Tecleo:
- 12 222 --- ---
¡Vaya!, me he equivocado en el último numero.
Cancioncilla.
- Este número no figura como cliente.Tecleelo de nuevo, por favor.
- 12 222 --- --8
¡Ahora sí! ¡Ya¡¡
-Por favor diga claramente el nombre, dos apellidos del abonado y el domicilio de facturación.
Ya voy terminando, jeje:
- Ismael... Calle...
- Repita por favor.
- Ismael... Calle...
Cancioncilla.
En seguida, una voz de hombre joven:
- Buenas tardes. Un momento por favor.
Esto es mas complicado de lo que yo creia... A mitad de la cancioncilla de siempre, vuelve la voz masculina:
- Dígame su número de carnet de identidad, su nombre y apellidos...
¡Dios mío! Tanto esfuerzo para nada... Le digo:
-Oiga escuche, llevo 10 minutos hablando con robots, metiendo mi numero de identidad por el teclado, dando mi dirección. ¡Ya está bien de hacer el tonto! Y me responde:
- Le ruego emplee otro tono. Yo a usted lo estoy tratando bien.
Le digo:
- ¡Pero no seamos infantiles! Entiendo que ustedes empleen la máxima seguridad, pero si he llegado hasta aquí he pasado tantos filtros que no puedo ser otra persona. Además, ¿por qué me lo pregunta si tiene usted en su pantalla todos mis datos?
- Dígame su número de teléfono, por favor.
- ¿Será posible? Ahora me pide el número de teléfono. No me puedo creer que usted no esté jugando.
Se lo doy.
- Perdone, ese número no es de nuestra operadora de telefonía.
- ¡Como que no!
- Me ha dado usted un número de un teléfono móvil.
Jeje, no me extraña, con las prisas... Tenía razón.
Se lo doy bien. Le digo:
- ¿Es ese?. ¿Necesita mi declaración de hacienda o mi código genético?
Por fin!!!!
- No se retire por favor.
Cancioncilla. La echaba de menos. Llevo ya 15 minutos luchando por teléfono y aún no he hecho nada. Otra voz, ahora femenina:
- Bienvenido al servicio de atención al cliente de XXX. ¿Puede decirme su nombre y apellidos por favor?
Dios mío... otra vez empezando.
- Señorita, escuche, llevo 15 minutos repitiendo lo mismo. Esta llamada no es gratuita. Hasta ahora no he conseguido nada y mi tiempo tambien vale dinero. El joven que me atendió antes demuestra no conocer muy bien su trabajo.
- Es una persona que cumple con su trabajo y puede estar usted seguro que lo hace con la máxima eficiencia.
Toma golpe bajo, el inutil soy yo.
- ¿En qué puedo ayudarle?
Sólo falta que se corte la comunición.
-Pues quiero de darme de baja del servicio de TV.
- Un momento, por favor.
Cancioncilla.
- Tiene usted contratado teléfono, internet y TV por cable. ¿De qué servicio me dijo que quería darse de baja?
Dame paciencia, Dios mío.
- Televisión.
- ¿Podría indicarme brevemente el motivo?
Se lo cuento brevemente, esperando de nuevo la musiquilla.
- Quisiera saber el nuevo precio sin TV.
- Un momento, por favor.
Musiquilla. La voz femenina añade:
- ¿Puede decirme el importe o el número de su última factura?
Aquí no me pillas, maja. La tengo delante. Le doy los datos y me contesta:
- Su nueva factura sería de 49 € al mes.
- De acuerdo.
- Pero, permítame Sr. Camarero: En estos momentos tenemos una oferta del paquete “nosequé” que con lo que usted tiene contratado más llamadas gratis a teléfonos fijos se le quedaría en 48.50 €
Bueeeeennnoooo...
- ¡La madre que lo parió! O sea que si yo no llamo no me hacen la oferta. ¿Por qué no lo aplican automáticamente?
- Naturalmente, Sr. Camarero. Es una oferta que se hace así.
-Entiendo que se hiciera así para nuevos clientes, pero no para quienes llevamos siendo clientes casi 15 años.
-¿ Me confirma entonces que desea darse de baja del servicio de TV?
¿Será posible? Cabreado, le digo:
- ¡Pues no!
- Entonces, ¿desea adherirse a la oferta del paquete “nosequé?
- ¡No!
- A ver Sr. Camarero, dígame qué es lo que desea exactamente.
- Darme de baja del servicio de TV.
- Muy bien. Anotamos su baja. Pero debo indicarle que hasta que no recojamos el decodificador de su domicilio, la baja no será efectiva y seguirá facturando dicho servicio.
- Vaya!, ¿me tienen que retirar el trasto? ¡Pero si lo he pagado 20 veces!
- El propietario del decodificador es XXX, usted ha actuado como depositario temporal. El decodificador le era alquilado por XXX.
- Ya veo, ya... 6.49 € al mes.
- El decodificador le será retirado el día 23 por la mañana.
- No, por la mañana no estamos en casa.
- Me temo, Sr Camarero que por la tarde no sea posible... hasta la semana siguiente.
- Deseperado, le digo:
-Pues vengan cuando se les ponga en las narices.
- De acuerdo, pero le recuerdo que mientras no le retiremos el decodificador, usted sigue abonado al servicio de TV.
Por fin conseguimos quedar para otro día.
- Sr Camarero, por favor, tome nota del número de baja, que deberá coincidir con el que le proporciones el agente comercial que retire el decodificador.
- Un momento, no tengo bolígrafo.
Lo anoto. Y le digo:
- Oiga, al operario tendré que repetirle toda la historia de numero de carnet, de teléfono, dirección... Lo digo para que si posible, no estar en casa, ya me entiende. Miro por la seguridad de su agente...
- Generalmente preferimos relacionarnos con el propio cliente, pero si no es posible puede atenderle cualquiera de su familia... Desemos, Sr Camarero que nuestro servicio le haya resultado útil. Buenas tardes...
Total, 20 minutos de nada.
Y hablan del santo Job. A él le faltaba el teléfono.
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